La Península Ibérica, al igual que los demás territorios del Imperio Romano, a partir del S. V sufrió diversas invasiones de los pueblos del Centro y Norte de Europa (suevos, alanos, vándalos) siendo conquistada finalmente por los visigodos, quienes crearon un poderoso reino que duraría más de 250 años, hasta el año 711, cuando la invasión musulmana lo hizo desaparecer.
Estos nuevos hispanos eran grandes guerreros, pero muy primitivos. Fueron aprendiendo de los hispanorromanos y acabaron hablando el latín y practicando el cristianismo, que era la religión de los que vivían en la Península antes de que ellos llegaran.
Hacia el siglo V d.C. (después de Cristo) los visigodos eran ya un pueblo romanizado, que se consideraba a sí mismo heredero de la antigua Roma. Toledo fue su capital, aunque preferían vivir en las villas del campo e, incluso, llegaron a abandonar las ciudades en algunas zonas.
A lo largo de los años debieron guerrear con diferentes enemigos, entre ellos los pastores cántabro-pirenaicos del Norte, los bizantinos, que habían llegado de un lejano imperio, por el Sur, y finalmente los árabes, quienes los invadieron en el año 711.
Los visigodos crearon el primer reino peninsular independiente y unido, desde los Pirineos hasta Gibraltar.
En el reino visigodo una minoría tenía el poder, y basaba su fuerza en el ejército y en los jefes militares. Los reyes eran elegidos, y la elección de cada nuevo rey traía luchas sangrientas (“morbus gotorum”) entre clanes y familias que se peleaban por el poder.
ACTIVIDADES:
1.- Observa el mapa de la página 94 del libro de texto y contesta:
a) ¿Qué pueblos llegaron a la Península Ibérica?
b) ¿De qué países actuales provenían?
b) ¿De qué países actuales provenían?
c) ¿Qué otros pueblos invadieron las provincias romanas del Imperio occidental?
2.-
a) Lee el texto de arriba.
b) Escribe una frase con las palabras que están en naranja.
c) Completa este mapa conceptual.